Llegó la ley


Tengo cierta manía de analizar a las personas e intentar averiguar cual será su personalidad viendo como se comportan cuando están en un tren sentados o cuando pasean por la calle, y creo que en los días que llueve, como hoy, es mas fácil acertar con cada uno de ellos viendo el paraguas que llevan y como lo llevan.
Enseguida se nota quien lleva los pantalones en casa, cuando ves a una mujer con un paraguas grande con mango recubierto a juego con la chaqueta, y a su pobre marido con la cabeza gacha intentando esquivar las dos gotas que le caen. O quienes son esas personas dominantes que a modo de sable sujetan su paraguas y jamás cambian de trayectoria. Son estas mismas las que cuando ven su espacio vital amenazado no dudan en clavarte una varilla en un ojo para que espabiles y aceptes que en la jerarquía de la vida, el paraguas más firme es quien se lleva el oro.
Luego están los proletarios, luchando con plegables de varillas sueltas, paraguas en herencia o incluso robados.
Hago una especial mención a todas esas señoras que protegen el honor de su peinado con bolsas del hiper en la cabeza. Algún día se revelaran contra todos los paraguas y conseguiran el dominio de la calle. Porfín se hará justicia.

8 comentarios:

Miada dijo...

Soy de esa misma tendencia que no nos lleva a ningún sitio, pero pasamos el rato.
Te toca analizarme a mí... jamás compro un paragüas, siempre son regalados, de publicidad, etc, y no lo hago porque apenas los uso y cuando lo llevo lo dejo olvidado en cualquier sitio con mucha facilidad. Ahora con las enanas procuro tener un paragüas en el coche siempre, pero sí en el momento de abandonar el coche no llueve, no cojo el paragüas...

santamaria dijo...

Jaja...creo que eso significa que eres de las que es dificil conocer con un vistazo.Respecto a lo del paraguas de publicidad en el coche es bueno ser funcional en esta vida, cada vez hay menos gente así. Te lo digo como "proyecto de diseñador industrial" que soy.
Pero bueno, que creo que soy pésimo en las primeras impresiones, no hay ningún antecedente bueno.

Seguire observandoos desde el asiento de enfrente.Besos!

malatesta dijo...

Has olvidado a los que somos de chuvasquero de toda la vida. ¿Donde encajamos?
¿Sabes? Ahora me he dado cuenta que estuve en tu pueblo en marzo de este año. Apenas pude disfrutarlo, porque como esta vez, fue por motivos laborales. Sólo recuerdo que comimos muy bien en un "jatetxea" que había antes de cruzar la vía. Gaztelua se llamaba, creo. Otro día comimos en el Lapiko. Algo más caro, pero también muy bien. Por cierto, curioso encontrar un paso a nivel con barreras en medio de una calle.
Saludos.

Anónimo dijo...

No sabes donde te metes¡

Anónimo dijo...

Si la personalidad de cada uno se demuestra por su modo de usar el paraguas, y yo nunca uso paraguas... ¿?.

saludos

santamaria dijo...

Siempre hay espontaneos simpulso, no todo el mundo se delata por su paraguas, muchos otros por ejemplo estornudando, o durmiendo, ya me entiendes, todas esas cosas que se hacen en silencio y que forman parte de los instintos humanos menos disimulables.

Malatesta, no sabía que los caballeros como tu usaran chuvasquero, ¿un gazapo?...cuando vuelvas no dudes en avisarme y te aconsejaré lugares que te gustarán.

Saludos a todos!

Goldfinger dijo...

Genial. Sencillamente me ha encantado.

Saludos

kamida dijo...

Pasando a saludar,