¿Recuerdas Dublín?


Entre estos cajones solo hay cartas, facturas, bocetos y fotos, en las que me detuve haciendo inventario de lo vivido.
De aquel Agosto en Dublín, solo y con miedo mientras de copiloto esperaba la conversación de aquella mujer que me llevaba a su casa, y que nunca hubo. Y de aquel hombre al que falló su subconsciente, al demostrarme que mi visita no era de su agrado. Mientras tanto, una semana después, seguía allí, mirando por la ventana a que el autobús 27 apareciese por el fondo para llevarme a las clases de inglés, y salir corriendo de aquella habitación cargada de ropa de niño sin usar y posters de Tomy and the tank engine, que hicieron preguntarme si aquella silenciosa pareja tenía algún hijo imaginario que mi vista aún no percibía.
-Están con su tío, llegarán mañana- me aclaró por fín Ms. Caroline, despues de explicarme claramente cual sería la parte privada de aquel frigorífico, y mi área reservada no ampliable, en la que permanecía una rebanada de pan de molde doblada por la mitad con manteca de cacahuete y una botella de agua, que me serviría como comida.
Puede que la soledad ayude a la libertad, o así lo noté con apenas 15 años, cuando conocí a toda aquella gente, con la que prorrogábamos excursiones a las verdes playas de Malahide, y mirábamos de reojo a todos esos pelirrojos celebrando el día de las palizas a latinos cerca del PLEX. No creo que olvide aquellas andanzas por la capital, cuando encontré 50€ en Grafton Street, o la cara de mis compañeros al ver como Caroline me negaba la comida por ser Domingo.
Olvidar y asumir que el mes más feliz de mi vida había pasado era demasiado difícil para ser solo un niño que aparentaba más. Viendo estas fotos, siento que aunque un recuerdo general imborrable permanece en cada una de nuestras cabezas, nadie tiene tiempo ahora para dedicarlo a recordar.
Nota mental: Puede que no visite nunca más Dublín.

13 comentarios:

la locutora de Rafa dijo...

Quizá la vuelta puede contener experiencias agradables que borren esos malos ratos y dejen sitio a los buenos que tienes.
De todas formas esos mesecitos por ahí son algo digno de contar. Todo el mundo que conozco que los ha "probado" dice que lo mejor la gente que conoces... el resto cacadevaca... :-P

Besazos

Marta dijo...

Que pena que tuvieras mala suerte con la familia que te tocó. Conozco gente que sufrió situaciones parecidas con las familias con las que tuvieron que convivir en Alemania o Inglaterra, pero aún así, ninguno se arrepiente de la experiencia y estoy segura de que la tuya también fue enriquecedora a pesar de todo, o al menos eso espero!

Yo el primer año que viví en Alemania no tuve que convivir con nadie salvo con el resto de estudiantes de la residencia y la verdad que no tengo queja. El segundo año estuve con una familia y la verdad es que tuve mucha suerte y después de los años conservo el contacto con ellos.

Ojalá todos tuvieran esa suerte y pudiesen aprender a convivir con personas de culturas y costumbres tan diferentes sin llevarse un mal recuerdo quele empañase un poco la experiencia.

Musa Ambulante dijo...

Nunca se sabe, quizá un día encuentras un vuelo barato, el tiempo preciso, las ganas de ir, o vas acompañado y te contagian las ganas de ir ;)

En Dublín no he estado, por eso quizá tengo una imagen demasiada positiva.

:P

freeway_flyer, EUSKADI. dijo...

NO SE, QUIZAS EXPERIENCIAS COMO ESTAS HAYAN HECHO QUE MADURES CON MAYOR RAPIDEZ, O QUIZAS NO TIENE NADA QUE VER CON TU MADUREZ, A LO MEJOR LO UNICO QUE SE PUEDE SACAR EN CLARO, ES QUE TE QUITARON LAS GANAS DE VOLVER A DUBLIN, PERO SIEMPRE NOS QUEDARA BILBAO, JEJE.
UN ABRAZO SANTA.

Anthony de Hentzau dijo...

Dublin... estuve en Irlanda, pero nunca llegué a ir.

Menuda familia te tocó. La verdad es que no me hubiera gustado estar en tu lugar. Aunque más surrealista es discutir con los de tu casa pq llevas una camiseta del Arsenal en un hogar de fanáticos del Liverpool...

Un saludo!

Abir dijo...

Fueron muchas cosas ¿demasiadas?
Parte del yo que eres ahora mismo se debe a ese mes.
Besos,

Adriano dijo...

Considero que en la dinámica del recuerdo existe algo asociado al deseo...El deseo se anhela en tanto es deseo, pero cuando se cumple, deja de ser deseo/aspiración a alcanzar y se convierte en realidad. Saber que nunca volveremos a ese Agosto de Dublín es tan cierto como que lo seguimos ilusionando en nuestra mente y nuestro corazón. Escribir puede ser un consuelo...Pero los duelos a veces llevan su divino tiempo...Gratos saludos.

RA dijo...

Yo estuve también de más joven por inglaterra. Lo del día del latino no se si es una leyenda urbana o que. A mi me lo dijeron pero no paso nada. Parece que tuviste mala suerte con la familia. La verdad que la tónica es que las habitaciones sean pequeñas y pases la mayor parte del tiempo en la calle dando vueltas, ganando lo que llaman street wise. La verdad que da igual lo mierdosa que sea la casa, la comida, etc. que siempre se hacen buenos amigos que generan buenas experiencias que al final es lo que vale.

Saludos,
Ra

india dijo...

Esto es como las pelis de miedo que vemos de pequeños,...cuando las ves de mayor te parece una tontería lo que te marcaron con menos años...seguro que visitas Dublín ahora y sabes sacarle lo mejor a la ciudad y sus gentes! yo me animaba...

santamaria dijo...

Hola a todos;

Creo que alguno de vosotros habeis malinterpretado el texto. Mi intención de no visitar Dublín nunca mas es porque guardo tan buenos recuerdos de lo que vivi alli y conocí allí, que prefiero quedarme con ese buen sabor de boca. Esta claro que la familia con la que estuve fue muy mala, y no se portaron nada bien conmigo, pero quizás eso hizo que pasase mas tiempo con la gente de allí. Es un país muy bonito, y una ciudad con mucho encanto, os recomiendo que la visitéis.

Un saludo a todos. Que bien que ya es viernes!

Anónimo dijo...

QUE TORPEZA, YO FUI DE LOS QUE MALINTERPRETE EL TEXTO, GRACIAS POR LA ACLARACIÓN, YA ME EXTRAÑABA A MI, SI TODO EL MUNDO HABLA MARAVILLAS DE ESAS TIERRAS. UN ABRAZO, SANTA.

india dijo...

Jolín,qué torpe...perdona,voy a releer el texto que va a ser verdad que estoy medio lela!
Pero me alegro de que sea al revés,una experiencia grata y enriquecedora.

malatesta dijo...

Nunca fui de intercambio, de lo cual me arrepiento. De haberlo hecho, quizás hubiera escogido Dublín. Siempre me cayeron bien los irlandeses.